¿Tienes un viejo mueble chapado y te gustaría darle una nueva cara? La opción más fácil, barata y divertida es volver a pintarlo con una nueva capa de pintura del color que te guste. Sin embargo, tendrás que tener mucho cuidado, ya que no es lo mismo pintar un mueble chapado que una pieza de madera normal.
¿Quieres saber cómo pintar tus muebles para darles un aspecto totalmente renovado? En Tubo-Plástica te contamos algunas de las técnicas más adecuadas para que les des una nueva vida a tus viejos muebles. Te guiamos paso a paso y te damos algunos consejos útiles para pintar correctamente un mueble, para evitar errores y hacer que la pintura dure más tiempo.
Y ahora, presta atención y toma nota: tu mueble va a cambiar completamente de cara.
¿Cómo puedo saber si el mueble que estoy pintando está chapado?
En primer lugar, hay que saber que no todos los muebles son de madera maciza. Al contrario, los muebles más modernos, que a menudo se compran en tiendas de bajo presupuesto, están chapados.
Esto significa que sobre una estructura de madera o de un material sin valor, como el aglomerado o los laminados prensados, el mueble tiene una chapa de madera más valiosa o incluso melamina con efecto madera, que tiene la ventaja de ser más barata, pero también más fácil de limpiar y más atractiva estéticamente.
Sin embargo, este tipo de revestimiento no puede tratarse de la misma manera que la madera para pintarlo, sino que debe prepararse adecuadamente antes de proceder, para que la pintura aguante y el resultado sea lo más profesional posible.
¿Qué necesito para pintar mis muebles?
Para pintar tus muebles necesitarás varios productos y herramientas. Los más importantes son:
- Papel de lija de doble grano.
- Una imprimación a base de aceite.
- Guantes de protección.
- Pintura.
- Brochas de diferentes tamaños.
- Destornillador.
- Cinta adhesiva, que se utilizará para proteger las zonas que no desees pintar.
- Masilla para madera, si hay zonas a restaurar.
- Un acabado, ya sea cera, barniz, aceite o esmalte, como prefieras, para sellar el color y completar el trabajo.
Para la pintura, elige una pintura de látex acrílico, que es perfecta para tu propósito. Puedes elegir el color que más te guste o encaje con el resto del mobiliario. Si lo tienes todo, es hora de empezar.
Cómo pintar un mueble paso a paso
1. Preparar el mueble
En primer lugar, hay que preparar el mueble retirando los tiradores y cualquier elemento metálico que se pueda quitar. Coloca papel de periódico o una sábana protectora debajo del mueble y sitúalo en una zona de la casa que esté bien ventilada.
Si hay partes que necesitan ser igualadas, ahora es el momento de usar masilla para madera para rellenar los agujeros. Antes de pasar al segundo paso, hay que dejar secar bien la masilla, al menos unas 3 horas.
2. Lijar el mueble
El lijado del mueble que has decidido pintar es una parte esencial del proceso, ya que de esto depende en gran medida el acabado del trabajo. La preparación del mueble que se va a pintar es muy importante y por eso es fundamental elegir el grano de lija adecuado.
El papel de lija se clasifica por números que identifican su grano, siendo los números más grandes los que indican un grano más fino y los números más pequeños un grano más grande.
Utiliza una lija de grano 120 para lijar el mueble primero y luego usa una lija de grano 200 para obtener una superficie más suave y uniforme. Te recomendamos que lijes el mueble a mano para conseguir un resultado más preciso y uniforme, pero si tienes un mueble grande también puedes utilizar una lijadora eléctrica.
3. Aplicar imprimación
Ahora que la superficie de tu mueble está bien lisa y lista para ser pintada, tendrás que limpiarla con un paño húmedo para eliminar todos los restos del lijado.
A continuación, deja que se seque bien y luego cubre toda la superficie con la imprimación a base de aceite que hayas elegido. Debes dejarlo secar durante unas 5 horas, pero siempre hay que hacer una prueba antes de pintar, ya que la capa de imprimación debe estar perfectamente seca.
Cuando el mueble esté seco, utiliza una lija de grano 220, que es muy fina, y lija suavemente para igualar la superficie y prepararla para el color.
4. Aplicar la pintura
Este es el momento de aplicar la pintura del color que hayas elegido. Pinta todo el mueble a tu gusto, utilizando una brocha o un rodillo. Es solo la primera capa de pintura, así que probablemente notarás zonas en las que el color parece menos intenso, pero no será un problema por ahora.
Deja que se seque bien y luego aplica una segunda capa, una tercera e incluso una cuarta si es necesario, hasta que el mueble quede bien cubierto de manera uniforme.
5. Aplicar el acabado
Una vez seguidos todos los pasos, es el momento de aplicar el acabado para que el color sea uniforme y dure lo máximo posible. Elige el acabado que prefieras, en el mercado los hay tanto mates como brillantes.
Una vez que se haya secado, tu mueble estará finalmente listo para ser utilizado: vuelve a montar todas las piezas metálicas que hayas quitado anteriormente y habrás terminado.