El minimalismo ha ganado popularidad en muchos aspectos de la vida, especialmente para la decoración de interiores y para la arquitectura moderna, esta tendencia es capaz de convertir el ambiente más sombrío en uno completamente “lleno de vida y espacioso”.
¿Menos es más?
Este tipo de decoración consta de reducir las cosas a solo lo esencial dejando atrás todo lo que se considera superfluo. Esto quiere decir que, cuando se habla de una decoración minimalista, la funcionalidad es el punto de partida y el foco más importante.
Puede llevarse a cabo en cualquier espacio del hogar, todo esto sin comprometer el bienestar y comodidad de las personas que residen en él. Este estilo engloba más que todo al estilo industrial y también al estilo nórdico, dado a que ambos crean un ambiente relajado con pocos muebles y accesorios.
Algunos consejos para darle un toque distinto y elegante a tu casa con la ayuda de este estilo son:
- No utilices muchos elementos decorativos sobre un mueble, estos deben ir reduciéndose para generar sensación de amplitud y no de desorden.
- Construye un espacio aprovechable, no decores una habitación solo para instalar muebles, decórala para vivirla.
- Plantea tus objetivos, gracias a ellos se puede tener una idea exacta de las actividades que se pueden realizar dentro de la habitación.
- Crea un diseño previo antes de comenzar, esto te ayudará a tener más claro lo que se quiere lograr y también a organizar la cantidad de accesorios decorativos a utilizar en función del espacio.
- Comienza desde la sala de estar y luego dirígete a las siguientes habitaciones del hogar ya que es el lugar en donde la familia pasa la gran parte de su tiempo.
- Siempre toma en cuenta la funcionalidad con la estética, no se pueden comprar elementos que a fin de cuentas no nos beneficien.
4 claves
Si te interesa este tipo de decoración es necesario que, antes que todo, tomes en cuenta sus aspectos más importantes:
- El color
El pilar fundamental de todos los espacios interiores basados en el minimalismo es el color blanco ya que, permite que se genere un ambiente limpio, iluminado y con sensación de amplitud. Aunque es el tono principal y el más usado, también se pueden tomar en cuenta tonos neutros como el beige, el gris, el marrón y el negro.
En ocasiones también se pueden usar tonos brillantes, sin embargo, siempre a modo de efecto sin llegar a convertirse en el protagonista de la sala.
- La luz
La iluminación natural es importante para este estilo y, debido a esto, una de sus características es incorporar grandes ventanales que pueden dejarse sin cortinas o cubiertos con telas ligeras. Para la iluminación artificial es necesario que se tenga en cuenta que tipo de ambiente se desea generar, las luces tenues y cálidas siempre funcionan para habitaciones pequeñas, esto para generar tranquilidad y bienestar.
Se pueden usar desde lámparas hasta tiras de luces LED.
- El orden
Cada uno de los accesorios decorativos debe colocarse de manera simétrica, esto para generar un ambiente de equilibrio y conseguir puntos focales que sean capaces de llamar la atención de nuestros invitados.
Las paredes también deben cumplir con esta condición, estas deben estar únicamente decoradas con cuadros grandes o pequeños, incluso con espejos que no generen sensación de desorden.
- Los muebles
En el estilo minimalista, cada uno de los muebles debe tener diseños rectilíneos, sin florituras. Esto los convierte en accesorios sobrios y elegantes ya que demuestran orden y aspecto impoluto.
Por lo general, lo más usados son los que se fabrican con vidrio, madera y piedra natural.