Hoy en día, están de moda esos espacios abiertos, al estilo loft de Nueva York, con paredes de ladrillo y de tipo desgastado. La mayoría de las personas, creen que es muy complicado conseguir este efecto sin causar daños en las paredes, pues no es así. Tenemos al día de lo último en albañilería para que crees tu pared de ladrillos de imitación.
Como decimos, aunque puede parecer un trabajo costoso y nada económico, es más bien lo contrario. Solo se requiere algo de paciencia y ganas de darle un toque diferente a tu hogar.
Ladrillos de imitación, qué son y dónde los encuentro.
Dentro del mundo de la decoración y la albañilería quizá este tipo de producto sea uno de los mayores desconocidos. Para entender mejor su funcionamiento, podemos pensar en esas losas que se ven en el mercado que sirven para revestir el suelo de manera muy sencilla. Solo hay que colocarlas sobre la superficie que queremos ocultar y listo.
Pues los ladrillos de imitación tienen una colocación similar. Puedes encontrar en cualquier tienda de bricolaje estas placas que imitan la forma, color y textura de un ladrillo natural, pero con un grosor de hasta 2 cm. Es decir, que no te tienes que preocupar por perder espacio o por que no encaje bien con el resto de paredes o salientes del espacio. Para su colocación, puedes elegir también entre una gran variedad de materiales y colores para conseguir ese efecto loft a tu gusto.
Además, hay que recalcar que el precio de este trabajo de albañilería en conjunto es mucho más económico de lo que parece y es realmente sencillo conseguir todos los materiales necesarios.
¿Qué necesito para realizar esta obra?
En primer lugar, ten en cuenta que para un resultado perfecto, vas a necesitar diferentes y variadas herramientas, pero que te van a ayudar en gran medida.
- En primer lugar las placas de ladrillo de imitación
- Un nivel
- Serrucho de escayolista
- Mortero / Pasta para juntas
- Espátula
- Perfil (para medir distancia entre placas)
- Varilla batidora
- Cepillo de acabado
Cuando tengas cada uno de estos elementos puedes comenzar con la colocación.
1.Prepara la pared.
Para un buen trabajo de albañilería, la preparación de la superficie es un paso muy importante que no debes pasar por alto. Solo así se consigue una colocación de los ladrillos de imitación correcta, duradera y resistence.
Asegurate de que la pared tiene un acabado plano, es decir que no es estucado, no hay rugosidades en la pintura, ni abombamientos por humedad y por supuesto no hay ningún elemento como molduras que impidan la colocación de las placas.
Ahora, debes ayudarte del nivel, para asegurarte de que toda la superficie esta correctamente nivelada.
2. Presentación de los ladrillos.
Ahora, es importante que coloques un número pequeño de placas, sin ningún tipo de masilla, simplemente sujetándolos con la mano. Deja un pequeño hueco entre ladrillo y ladrillo ya que ese será el resultado final.
Con este paso, puedes hacerte a la idea de cómo será el resultado final y comprobar antes de la colocación definitiva si son los colores y texturas que deseas y si es esa la pared correcta a reformar.
3. Comenzamos la colocación de las placas.
Ahora, es cuando tienes que controlar cada milímetro de pared que vas cubriendo. La primera fila, debe ser colocada de manera muy precisa. Un correcto trabajo de albañilería se basa en la medición y la precisión. Pero tranquilo, es más fácil de lo que parece.
Gracias al nivel y los perfiles, va a ser muy sencillo colocar cada uno de los ladrillos de imitación. La primera fila es la más importante puesto que va a ser la referencia para el resto del muro y no queremos que las últimas filas vayan inclinándose poco a poco, consiguiendo un efecto nada agradable.
Para adherir estas placas, solo tienes que aplicar pasta para juntas en la parte trasera de cada uno de ellos e ir colocándolos uno a uno. No te olvides de utilizar el perfil para dejar siempre la misma distancia ladrillos. Además, usa el nivel de manera repetida, te aseguras así de que todas las placas de imitación quedan colocadas perfectamente.
COLOCACIÓN CORRECTA: Recuerda que no todas las filas deben de ser paralelas, sino que se coloca una fila sobre las intersecciones de la anterior. Es decir, las líneas impares, son paralelas entre sí, y las pares entre estas mismas.
4. Las esquinas.
Como no vamos a colocar un ladrillo sobre otro sino que se van intercalando entre las juntas, es normal que al llegar a los laterales de la pared, es decir a las esquinas, no encaje ningún ladrillo de los que tienes.
La solución es muy sencilla, con la espátula debes hacer un poco de presión sobre el ladrillo en aquel lugar desde el cual deseas cortar. Como son placas de grosor pequeño, no es necesaria mucha fuerza y se corta con mucha facilidad.
De esta manera, tienes una nueva pieza que podrás encajar perfectamente en tu nueva pared y conseguir un efecto loft muy moderno y realista.
5. Rellena las juntas.
Ahora, prepara el rejuntado tras dejar secar 24 horas los ladrillos. Sigue las instrucciones del fabricante y con la espátula rellena las juntas. Perfila además los ladrillos para que cualquier hueco, quede correctamente tapado.
Deja secar y con una esponja húmeda quita el polvo y masa restante que queda sopre los ladrillos.
6. El acabado.
Tras otras 24 horas de secado, te aconsejamos que des una capa de barniz especializado. De esta manera no solo proteges tu creación de albañilería sino que también le das un acabado mucho más natural y consigues que los ladrillos de imitación sean más resistentes y duraderos.
Se trata de un DIY que consigue dar un cambio total a tu estancia. Si tienes más preguntas o necesitas asesoramiento o ayuda de profesionales, no dudes en contactar con los profesionales de Tubo-Plástica. Como profesionales de albañilería te ayudamosa que tus proyectos se hagan realidad.